La familia de Pablo Marchant presentó un peritaje particular, del forense Luis Ravanal, el que concluye que fue "ejecutado por carabineros con el cañón de una escopeta apoyado sobre su cabeza".
Marchant murió baleado el 9 de julio de 2021, en medio de -detalló Carabineros- un atentado incendiario que se llevaba a cabo en la comuna de Carahue y durante el cual Marchant portaba un fusil M-16, según la Fiscalía. El grupo violentista Alianza Territorial Mapuche identificó inicialmente el llamado "weichafe" como hijo de Héctor Llaitul, lo que el propio líder de la CAM descartó.
La abogada Patricia Cuevas, quien representa a los deudos, dijo que "a pesar de que existió un pre informe metapericial forense de nuestra parte, que buscaba plasmar las falencias o conclusiones erróneas o infundadas del protocolo de autopsia, y que dichas conclusiones preliminares son ratificadas con mayores antecedentes y de forma incluso más tajante en un segundo informe pericial que acabamos de acompañar y que ha sido elaborado por prestigioso médico forense Luis Ravanal, la versión del SML se ha mantenido intacta y reafirmada con citas de textos médicos que no vienen al caso".
Según detalló, el perito privado concluye que "es posible establecer con la evidencia disponible que la lesión balística ocasionada a nivel de la zona temporal posterior derecha (mastoidea) con estallido y evisceración de la masa encefálica, es concordante con un disparo de escopeta efectuado con apoyo, mortal en forma inmediata, y atribuible a la acción de terceros".
"El sentir de la familia es que no se entiende por qué el SML y Fiscalía se cuadran con la versión de un imputado en materia penal, y en particular en un crimen gravísimo como el que se investiga, cuestión que no suele verse nunca en causas de esta naturaleza, ni tampoco por qué en el procedimiento se utilizaron vehículos que no pertenecen a Carabineros de Chile, ni tampoco por qué no se ha dado una explicación acerca del error en la determinación de la identidad de la víctima durante varias horas, y un largo etcétera".
La jurista recordó que quien es sindicad como autor del disparo mortal fue trasladado a Punta Arenas, y "básicamente sigue trabajando, recibiendo probablemente un sueldo mayor al que recibía antes de acabar con la vida de Pablo, pues en dicha región se paga la 'zona', sin que siquiera se nos haya hecho llegar el sumario administrativo que se abrió en su contra y, suponemos, debió haberse rechazado, y probablemente con mucho menos trabajo que realizar dada la existencia de menos personas y delitos en la región en la que está destinado. Es decir, su vida mejoró después de dar muerte a un joven de 28 años de edad".
Por la muerte de Pablo Marchant Gutiérrez, cuya participación en la CAM era desconocida por sus padres, están querellados dos policías, imputándose al cabo Hugo Huenchuvil el disparo fatal.