Jorge Luchsinger Mackay, hijo del matrimonio asesinado en Vilcún en 2013, reconoció no estar conforme con el acuerdo entre el Gobierno y el condenado del caso, Celestino Córdova, a quien considera "no un líder, sino un asesino".
"Para mí, (Córdova) no es un líder, es un asesino que tiene que estar cumpliendo una condena, y esa condena son 18 años y eso es lo que hemos estado dando pelea mediante los tribunales hasta hace un tiempo atrás", dijo a CNN Chile.
Luchsinger señaló que para él y su familia lo más importante es que Córdova cumpla su sentencia y que el Gobierno logre calmar la situación de conflicto en La Araucanía.
"(Sobre) los beneficios que está recibiendo ahora; bien por él y su grupo de apoyo nacional e internacional, para nosotros no es bueno, pero es una cosa más de las que tenemos que soportar. Lo más importante ahora es que él continúe con su sentencia y que el Gobierno haga el mismo o más esfuerzo por restaurar la paz (...) Lo importante es que continúe con su condición de reo", planteó.
Consultado respecto al esfuerzo del Gobierno para que el machi depusiera la huelga de hambre, señaló que "buscan evitar que esta persona, que es un delincuente, se transforme en mártir (...) que no muera un convicto por huelga de hambre".
"Abuso" del Convenio 169
Finalmente, respecto al Convenio 169 de la OIT -que según el Presidente Piñera fue considerado en el acuerdo y que sugiere juzgar y penalizar en condiciones especiales a quienes pertenezcan a pueblos originarios y cometan delitos-, Luchsinger dijo estar de acuerdo con su existencia, pero aseguró que, en este caso, se "abusó de algunos artículos".
"El problema es que aquí se usa y se abusa de algunos artículos, pensando que éstas son imposiciones de un ente internacional, y no es así. Muchas cosas que he leído que algunos grupos de apoyo emiten tratan de ser una imposición, y ahí se transforma en una herramienta muy mala", dijo.