"La recuperación de tierras es un proceso irrenunciable de las comunidades", indicó el líder de Malla Malla.
"Queremos vivir con la dignidad que merece un mapuche", sostuvo.
Suárez reafirmó su calidad de habitantes de los valles del Río Queuco y del Biobío.
El lonko de la comunidad mapuche de Malla Malla, en Alto Biobío, Segundo Suárez, dio un ultimátum a las empresas forestales, reafirmando su calidad de habitantes de los valles del Río Queuco y del Biobío, hasta la zona de Santa Bárbara.
A través de una carta dirigida a los empresarios y colonos de la zona, el lonko recordó que "nuestro pueblo es anterior a su llegada a nuestras tierras de subsistencia. Tierras que amamos con respeto en comunión con la naturaleza y de todos los seres que la habitan".
La misiva alude al Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, en la que se reconoce sus derechos de decidir sobre sus autoridades, prioridades y procesos de desarrollo en un proceso de autodeterminación.
"Esta gran contradicción de 'riqueza versus pobreza económica' debe con urgencia resolverse. Para ello el Estado de Chile y ustedes deberán respetar nuestros derechos indígenas señalados en el convenio y aceptar el inicio de un proceso de recuperación de las tierras que pertenecieron a nuestro pueblo", continúa el texto.
"Es importante establecer que si bien es cierto ustedes llegaron a estas tierras bajo normas legales del Estado de Chile en procesos de compra y venta entre colonos, estas normas han sido ajenas a nuestra potestad originaria de posesión de las mismas", indica Suárez.
"Deseamos tener la claridad conjunta de que la recuperación de tierras es un proceso irrenunciable de las comunidades que no desean seguir viviendo del asistencialismo promovido por las autoridades chilenas. Queremos vivir con la dignidad que merece un mapuche: preservar nuestra cultura y tradiciones de acuerdo al Convenio 169", puntualiza en el documento.
