Peritajes balísticos del Laboratorio de Criminalística de la PDI determinaron que el disparo que mató a Camilo Catrillanca el pasado 14 de noviembre en Ercilla, en la Región de La Araucanía, fue directo a su cabeza y no rebotó en el tractor que conducía, como sostienen los ex carabineros imputados por el crimen.
Según informa El Mercurio este miércoles, los análisis especializados confirmaron que el 100 por ciento del encamisado de la bala que mató al comunero mapuche se encontraba en su cráneo, lo que echa por tierra la tesis del rebote o desvío, que también ha circulado a modo de rumor por redes sociales durante los últimos meses.
"La masa total del encamisado y fragmentos de encamisado, contenidos en tres frascos, resulta ser de 1,19 gramos", dice un informe del Lacrim -"N° 1160"- dirigido al fiscal Roberto Garrido, quien indicó, basado en el mismo, que esto ratifica que "el proyectil ingresó completamente en la cabeza de la víctima".
Otro peritaje de la PDI mencionado por el matutino -"N° 210"- establece que "es posible indicar que las trazas de color rojo anaranjado encontradas en el resto balístico no tienen correspondencia con las muestras de pintura de color rojo levantadas desde el tractor marca New Holland".
Pérdida del 20% del núcleo
El hallazgo del 100 por ciento del encamisado de la bala se da, sin embargo, en paralelo a la pérdida de la masa del núcleo. Según Garrido, esto se debe a que "se divide en partes muy pequeñas, y lo que falta del proyectil total se podría haber perdido a través de la herida que la víctima presentaba, que era de grandes magnitudes".
No obstante, para el abogado Javier Jara, defensor del ex sargento Raul Ávila, la pérdida de parte del núcleo -del que se recuperó el 80 por ciento- da cuenta de que sí hubo un desvío. Indica además que la autopsia arrojó la presencia de trozos de metal en el cuero cabelludo de Catrillanca.