El religioso Francisco Millán fue requerido por los cercanos de Rodrigo Melinao para estar presente durante las labores policiales.
Reconoció tener dudas frente a lo ocurrido: "Que Carabineros ande siempre y no haya visto qué pasó... no sé", comentó.
La muerte de Melinao, quien estaba prófugo de la Justicia, moitvó una protesta anoche en Santiago.
El sacerdote Francisco Millán aseguró que la familia del comunero mapuche Rodrigo Melinao, quien apareció muerto ayer en Ercilla producto de un disparo de escopeta en el tórax, acusa que el asesinato fue cometido por personal de Carabineros.
Millán se encontraba en Temuco cuando le pidieron que viajara hasta una parcela en el sector de Chiguaihue, en la localidad de Pidima, en Ercilla, donde vecinos y familiares cuidaban el cuerpo de Melinao. Los deudos exigían la presencia de un religioso en el lugar como condición para permitir que la Policía de Investigaciones y la Fiscalía pudieran hacer los peritajes al cuerpo.
Según explicó el religioso, la comunidad solicitó su presencia "porque hay mucha desconfianza hacia Carabineros y también hacia la PDI. Mucha desconfianza. Las relaciones están muy deterioradas. Carabineros no ha actuado muy bien, hay mucha represión, mucha prepotencia".
"La familia está muy afectada. No es para menos. Rodrigo tenía una esposa y dos hijos. Quedaron los niños sin padre y la mamá sin esposo. Además parece que el joven venía a la casa, estaba ahí permanentemente", dijo el religioso a El Mostrador, destacando que "la familia más cercana dice que fue Carabineros" responsable del disparo, aunque "pruebas no hay".
En el sector donde se produjo el incidente los carabineros "andan con armas en la noche, disparan. No sé cuál es el objetivo. Pasan dando vueltas prácticamente toda la noche. Hay controles permanentes". En este contexto, "que nadie vea lo que pasó, que Carabineros ande siempre y no haya visto qué pasó... No sé, probablemente también tiene su visión", refliexionó.
Rodrigo Melinao vivía en la clandestinidad y se encontraba prófugo desde el pasado 24 de julio, fecha en la que el Tribunal de Juicio Oral de Angol lo sentenció a cinco años y un día de presidio por el delito de incendio de bosques y de 541 días de presidio por el delito de daños calificados, incidentes ocurridos el 28 de octubre de 2011 en en Ercilla.
Ayer el ministro del Interior, Andrés Chadwick, comprometió en el Palacio de La Moneda "toda la colaboración de las fuerzas policiales para poder esclarecer este asesinato a la brevedad posible".
