Amnistía Internacional (AI) expresó su "preocupación por las violaciones a los derechos humanos" en la Isla de Pascua, tras el violento desalojo del pasado 3 de diciembre a un inmueble estatal en el que diversos rapanui resultaron heridos.
En un comunicado, Amnistía Internacional instó a las autoridades chilenas a asegurar el uso proporcionado de la fuerza por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, así como la disponibilidad de servicios médicos para atender a quienes resulten heridos.
Asimismo, exigió la garantía del derecho de los rapanui a que se solicite su consentimiento "libre, previo e informado" en los proyectos que afecten a sus medios de vida y el acceso a un proceso justo de reclamación de sus tierras ancestrales.
El pasado 3 de diciembre, alrededor de 45 policías ingresaron al centro cívico de Hanga Roa, la única localidad de la turística isla, enclavada en el Océano Pacífico, para desalojar a un grupo de habitantes que mantenían ocupado el local desde hace tres meses.
Según algunos informes recibidos por AI, cuando el grupo de manifestantes se negó a abandonar el lugar, Carabineros abrió fuego con armas de perdigones y agredió físicamente a algunos de ellos.
AI recordó el reciente compromiso contraído por Chile con los derechos de los pueblos indígenas al ratificar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que contiene normas para la protección del derecho de estos pueblos a sus tierras ancestrales.
Los isleños reclaman la devolución de terrenos que consideran ancestrales y que actualmente están ocupados por dependencias de organismos estatales, y comenzaron las protestas hace cuatro meses ante el temor de que fueran vendidos a grupos privados.