El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama sentenció al efectivo del Ejército José Cuevas a cumplir cuatro años de presidio por el delito consumado de tortura, ocurrido durante abril del 2020 en la ruta que une a esa comuna con el poblado de Chiu Chiu.
La noche de los hechos, el funcionario estaba desplegado por la zona junto a los demás acusados, en cumplimiento de lo ordenado por el mando, bajo el estado de excepción por la pandemia que en ese entonces regía en todo el país.
El tribunal acreditó que la patrulla integrada por el sentenciado detuvo a ocho civiles, quienes fueron subidos a la fuerza por el personal, y obligados a permanecer en posición de semiflexión y con la mirada al piso, siendo amenazados con golpes de no cumplir con dichas órdenes.
Posteriormente, Cuevas acató la instrucción de conducir a los detenidos a constatar lesiones y luego dejarlos abandonados tras cerca de 25 minutos de traslado, cuando el vehículo arribó a un sector indeterminado de la ruta.
Al momento de dejar salir a los civiles, el funcionario les indicó que tenía tiros en su arma de servicio y comenzó a contar tiempos para instarlos a huir, lo que ellos hicieron hacia distintas direcciones del desierto.
Sin embargo, el tribunal absolvió a los demás efectivos que estaban en la patrulla, imputados en su momento por la Fiscalía como coautores del delito.
