Una mujer llamó al número 133 de Carabineros simulando realizar un pedido de empanadas para solicitar ayuda ante un episodio de violencia intrafamiliar.
"Buenas noches, estoy llamando porque quiero pedir unas empanadas con queso", fue lo que escuchó la cabo segundo Gabriela Cabrera, de la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) en Antofagasta.
Por el tono de voz en la línea, la uniformada se dio cuenta de que no se trataba de un error, sino que el mensaje era un llamado de auxilio de una mujer en peligro.
"A raíz de las instrucciones impartidas por el mando y otros hechos a nivel nacional, me pude percatar de que se trataba de una violencia intrafamiliar. Al preguntarle a la recurrente si era positiva la agresión, manifestó que sí y se derivó al (personal del plan) cuadrante del sector para verificar el real estado de la víctima", explicó la carabinera.
Mientras se mantenía la llamada en curso, la policía logró identificar la ubicación de la afectada, indicó el teniente coronel Álvaro Muñoz, prefecto subrogante de Antofagasta: "La pronta llegada de Carabineros logró, en primera instancia, prestar auxilio a la víctima mediante su traslado a un centro asistencial y, posteriormente, la ubicación del agresor".
Ésta es la primera vez que en la Región de Antofagasta se registra una denuncia mediante esta modalidad, que hace dos años tuvo un ejemplo que cobró notoriedad a nivel nacional: un pedido de "pizza" realizado por una víctima en Temuco.
"Llamamos a las víctimas a que hagan las denuncias a través de esta metodología, que es diferente, pero da todos los resultados que queremos, que es proteger a la víctima frente a situaciones de violencia intrafamiliar", comentó el abogado Nelson Díaz, vocero de la Fiscalía Regional.
Las estadísticas muestran que en pandemia las denuncia por violencia intrafamiliar aumentaron significativamente.