Cerca de 50 apoderados de la Escuela F-3 Darío Salas de Arica decidieron cortar el tránsito ante la incertidumbre que ronda en torno al futuro del recinto, ubicado en el kilómetro 5 de San Miguel de Azapa.
Los padres tomaron la decisión debido al proyecto de reposición de la Ruta A-27, que contempla 12 kilómetros de vía, además de construcción de ciclovias y aceras peatonales que obligan a la expropiación de una porción del establecimiento.
Esto significará la remoción de todo el cierre perimetral, además de afectar al pozo séptico que permite al recinto contar con baños, lo que dejaría a los estudiantes sin un lugar donde realizar sus necesidades fisiológicas mientras duren los trabajos.
"Queremos una respuesta concreta, fechas concretas de las obras que se tienen realizar, para que los niños puedan entrar como corresponde a clases el próximo año", señaló a Cooperativa Luis Tupa, presidente del centro de padres y apoderados del F-3.
"La expropiación está afectando el transformador que proporciona luz, el medidor del agua potable, el cierre perimetral, que debe retroceder dos metros, y el pozo séptico que se encuentra en la entrada del colegio", agregó Tupa.
No habrá reubicación
Hasta el lugar arribó el director del Departamento de Administración de la Educación Municipal (DAEM), Víctor Quintanilla, y el concejal Luis Malla, quien coordinaron una mesa técnica para el próximo miércoles 26 de diciembre, oportunidad en la que se discutirá en pleno el proyecto que involucra al recinto.
En la oportunidad, Quintanilla explicó que actualmente está en proceso de licitación la compra de los materiales para la construcción de nuevo cierre perimetral. Además, fue entregado a la Seremi de salud el informe respectivo para la autorización que permitirá el rompimiento para la construcción del nuevo pozo séptico.
Los padres se manifestaron con pancartas en el frontis del recinto. (Foto: Jorge Morin)
"La escuela vive hace 30 años un problema: cuando se diseñó, se pensó para 200 alumnos y hoy hay 400, entonces, se juntaron cosas importantes", señaló Quintanilla a Cooperativa.
El director apuntó primero a 2l ensanchamiento de Azapa, que obliga a botar las rejas y hacerlas de nuevo, un mejoramiento de la parte eléctrica y también un pozo nuevo. Todo eso involucra un trabajo enorme de diseño, autorizaciones y felizmente tenemos el financiamiento porque tenemos 65 millones para hacerlo".
Víctor Quintanilla agregó que en ningún caso los trabajos significarán una reubicación de los estudiantes a un nuevo colegio; uno de los principales temores de los apoderados, debido a que los estudiantes pertenecen a distintos sectores de San Miguel de Azapa, y dirigirse a un recinto de la ciudad significaría una inversión monetaria y de tiempo considerable.