Fue a medidados de abril del 2016 que el proyecto de ley para el reconocimiento en Chile del pueblo tribal afrodescendiente comenzó su viaje por el Congreso, una iniciativa trabajada en conjunto entre el diputado PS por Arica, Luis Rocafull, y representantes de la comunidad negra de Arica.
Esta jornada, la iniciativa dio un nuevo paso para su validación, luego que el Senado aprobara la iniciativa en su segundo trámite constitucional, lo que ahora la traslada nuevamente a la Cámara de Diputados para una nueva discusión.
"Ellos deben ser reconocidos, porque han ayudado a construir y levantar nuestra región de Arica y Parinacota. Ellos además nos han entregado elementos culturales importantes para la Región. Por eso es que estamos muy contentos que el Senado haya aprobado esta iniciativa", dijo esta tarde Rocafull.
Fiesta ariqueña
La noticia fue celebrada en grande por la comunidad afro de Arica. Son más de 8.500 las personas que se identifican como esta etnia en la ciudad, un 4,7 por ciento de la población según la Primera Encuesta de Caracterización de la Población Afrodescendiente en Arica y Parinacota realizada en 2013.
Marta Salgado es una de las voceras del futuro pueblo. La presidenta de la ONG "Oro Negro" señaló a Cooperativa que son más de 20 los años en los que han estado buscando el reconocimiento nacional, un anhelo que cada vez se ve más cerca.
La fiesta llegó hasta la Catedral San Marcos, adornada por un inesperado arcoiris. (Jorge Morin/Cooperativa)
"Fue nuestro primer objetivo cuando creamos la ONG Oro Negro. Ahora estamos trabajando en una mesa política en la que se suman todas las organizaciones y hemos logrado, con mucho trabajo y esfuerzo, llegar a este punto que es la culminación de una parte, a la espera de su regreso a la Cámara de Diputados", explicó.
Una alegría compartida por Milene Molina, encargada de la oficina afrodescendiente de la municipalidad, quien comentó que poco a poco se está dando cumplimiento a una "deuda histórica" con el pueblo afro-chileno, "maltratado y violentado desde la colonización".
"Este proceso no ha sido fácil. Este proceso lo partieron familias como la Sonia y Marta Salgado. La gente pensaba que lo que ella estaban hablando eran inventos, locuras, y pasaron los años con insistencia y perseverancia, logrando en algún momento que la academia nos escuchara y de ahí el Estado también nos comenzó a escuchar", comentó.