La necesidad de retornar a nuestro país es una realidad que afecta a cientos de chilenos quienes fueron sorprendidos por la crisis del COVID-19 durante sus viajes, situación que también viven extranjeros quienes no han podido dejar Chile.
En Arica, cerca de 500 ciudadanos peruanos llevan varios días a las afueras del consulado peruano en la ciudad, requiriendo la ayuda para viajar hasta la ciudad vecina de Tacna, lo que ha sido un impedimento tras el cierre de fronteras de ambos países.
Hasta la municipalidad llegó el viceconsul del Perú Samuel Rosario Garcés, para solicitar apoyo logístico para albergar a las personas que no pueden estar en las calles durante los toques de queda decretados en Chile.
Según explicó Garcés, la preocupación del gobierno vecino es poder dar solución a las cientos de personas que no pueden dejar Arica mientras las fronteras estén cerradas.
"Nuestra preocupación como consulado es la de tratar de entregarles la mejor atención, tenemos más de 100 personas hospedadas desde el viernes dándoles desayuno, almuerzo y cena todos los días. Trataremos de aumentar esa cobertura, sin embargo hay restricciones materiales en una ciudad pequeña en donde además ya las normas han establecido, por ejemplo, el cierre de restaurantes", señaló.
Por su parte, el alcalde de Arica Gerardo Espíndola indicó que la situación era previsible, teniendo en cuenta que tras las lluvias del 2019 también se produjo una crisis sanitaria luego que cientos de personas no pudieran viajar al sur de Chile por el corte de carreteras.
"Esta es una situación que advertí desde el día cero. Desde el cierre de fronteras advertí al gobierno regional para que se supiera a nivel nacional que esta situación nos iba a afectar en Arica, con una población importante de personas chilenas y extranjeras que iban a quedar varados acá".