La balsa "Viracocha III" finalmente tocó las aguas de la costa ariqueña
La balsa de totora llegó a la ciudad en febrero del 2017.
El año pasado intentó zarpar, pero se dañó en el proceso.
La embarcación dejará la aguas de Arica en dos semanas.
La balsa de totora llegó a la ciudad en febrero del 2017.
El año pasado intentó zarpar, pero se dañó en el proceso.
La embarcación dejará la aguas de Arica en dos semanas.
Tuvieron que pasar 380 días para que la embarcación Viracocha III dejara tierra firme. El barco de totora llegó a Arica el 4 de febrero del 2017 desde Huatajata, Bolivia, para ser ensamblado en el norte del país y partir rumbo a Sidney en Australia.
Una misión que fracasó en su primer intento. El 5 de febrero del 2018, el equipo a cargo del proyecto intentó botar la Viracocha al mar gracias a la colaboración de cientos de ariqueños, esfuerzo que terminó dañando la estructura y que obligó la postergación del zarpe hasta el año siguiente.
Expedición histórica
La iniciativa busca probar la teoría que afirma el viaje de miles de kilómetros por parte de los polinésicos a través de los mares, poblando islas de todo el océano Pacífico viajando solo en este tipo de embarcación.
Por tal motivo, el itinerario de la expedición considera una travesía hacia Tahití, para luego pasar por islas Cook, isla Norfolk y finalmente Sidney, trayecto de 18.500 kilómetros que tomará entre cinco y seis meses.
El capitán del navío, Phil Buck, señaló que la odisea en Arica no ha sido nada fácil. La precariedad del transporte ha dificultado en más de una ocasión el calendario, debido a que un pequeño movimiento erróneo puede causar daños irreparables que terminen prematuramente la aventura.
"Esto fue difícil (la botadura), porque ya se están quebrando cosas. Es muy pesada la balsa, son 23 toneladas. La tripulación son todos casi extranjeros, tenemos una chilena, un boliviano, de Estados Unidos, Inglaterra, Ucrania, Dinamarca, Sudáfrica", señaló el estadounidense.
La Viracocha III mide 19 metros de largo, 4,5 de ancho y 2,5 de alto. Cuenta con ocho velas, tres mástiles y está hecha enteramente de cuerdas y totoras, un junco que crece en Bolivia.
Pasada las 20:30 horas de este miércoles se pudo divisar el primer zarpe del navío, que fue trasladado hasta el sector de astilleros donde descansará las próximas dos semanas previo al gran viaje hasta Australia.