En prisión preventiva quedó Samuel Fuentealba Valdebenito, imputado por el delito de homicidio de su pareja Bernardita Pedraza Garrido, producto de un disparo con escopeta el pasado viernes en Trehuaco.
Cabe recordar que el Ministerio Público, a través de la fiscal jefe (s) de Quirihue, Cecilia González, el pasado sábado había solicitado la ampliación de la detención para poder presentar hoy los resultados de pericias pendientes, entre las cuales figuran la autopsia de la víctima y los informes de la Brigada de Homicidios y del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones.
Al término de la audiencia, la persecutora se refirió a la decisión del Tribunal de Quirihue, señalando que estaba dentro de lo esperado por tratarse de un crimen de extrema gravedad, aportando además antecedentes del hecho que darían cuenta de la peligrosidad del victimario y de su sangre fría, aún cuando no tenga antecedentes previos.
"El imputado de manera tranquila, después de una discusión toma una escopeta, la prepara, le dispara a la víctima a una distancia corta en presencia de uno de sus hijos, y después de manera tranquila le comenta a familiares y vecinos que había dado muerte a la señora Bernardita", relató la fiscal Cecilia González.
Discapacidad mental
El defensor penal de Quirihue, Antonio Guerra, indicó por su parte que se estudia presentar inimputabilidad en el caso, aludiendo a antecedentes brindados por la familia del imputado que hablan de una posible discapacidad mental.
En respuesta a ello, la fiscal señaló que durante la entrevista sostenida con Samuel Fuentealba, solo percibió indicios de una discapacidad física, y que si la defensa presenta antecedentes médicos habrá que estudiarlo detenidamente.
Hijos al cuidado de familia materna
La víctima tenía cuatro hijos, de los cuales solo la menor de dos años, es en común con el imputado. Todos los menores quedaron temporalmente al cuidado de la familia materna con domicilio en San Ignacio.
El padre de la víctima, Jaime Pedraza, se refirió en duros términos al presunto femicida, esperando justicia.
"Por lo poco que estuvimos juntos no se notaba malo, pero al parecer en el corazón estaba la maldad. No tuvo consideración ni con su hija pequeña, que al parecer estaba delante de ellos. Pido mano dura, la más dura que puedan tener. Ojalá lo encierren y le den cadena perpetua", indicó el padre de Bernardita.
El imputado arriesga una pena que parte desde los 15 años de cárcel. Sin embargo, la familia de la víctima pide la máxima condena.
