Titular de Medio Ambiente comentó su rol en la empresa que tramitó el estudio de impacto.
En Cooperativa, la secretaria de Estado afirmó que en este caso "no hay impunidad".
La ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, afirmó en Lo Que Queda del Día que no tuvo ninguna relación con la tramitación del proyecto de impacto ambiental, solicitado por Agrosuper a la empresa Gestión Ambiental Consultores, donde ella se desempeñó como gerenta de Finanzas.
Luego que el Gobierno decretara alerta ambiental en Freirina, Benítez sostuvo que "esta empresa tramitó el estudio, pero no lo aprueba" y recalcó que como gerenta de Finanzas "no tengo nada que ver con la evaluación del proyecto".
Al ser consultada por si había alguien de aquella empresa vinculada al informe que hoy trabaje en La Moneda, Benítez respondió: "Probablemente debe haber alguien, porque en materia ambiental hay poca gente que sepa de estos temas".
La ministra comentó que "la planta se aprobó en diciembre de 2005 con ciertas condiciones y en enero de 2006, en una nueva reunión entre el intendente de la época y la comisión de evaluación, se le cambiaron las condiciones no sé por qué. Eso será parte de la investigación".
Benítez precisó que "se le eliminaron algunas condiciones, según entiendo".
"No hay impunidad"
En cuanto a la situación de la fábrica, la secretaria de Estado sostuvo que "la medida de control sanitario por parte del Ministerio de Salud es una medida muy fuerte que establece el Gobierno para resguardar la salud de las personas y las multas a las que se expone la empresa son parte de los sumarios sanitarios".
"Aquí no hay impunidad, es al revés. Estamos del lado de la gente y es por eso que se han impuesto este tipo de medidas tan fuerte", enfatizó.
La ministra relató que el pasado sábado, la empresa desalojó la fábrica luego que los organismos técnicos determinaran que no era suficiente el plan de emergencia presentado por Agrosuper, por lo que el sábado la compañía retiró a todo el personal, "pero dejaron abandonado todo", entre ellos, 500.000 cerdos.
"Hay una responsabilidad grande de la empresa porque el tema de los olores era recurrente" y "la verdad es que la gente tiene razón de estar muy molesta", afirmó.
