La senadora socialista por la Región de Atacama, Isabel Allende, condicionó su asistencia al discurso del 21 de mayo a un cambio de actitud del Gobierno frente a la situación que se vive en Freirina, donde pobladores exigen el cierre de la planta agrosuper debido a los malos olores que provoca.
Allende advirtió que el ambiente en la zona se tensiona día a día y "si no hay una apertura de que vaya una autoridad nacional, esto va a terminar mal. Creo que con ese reforzamiento de las fuerzas policiales no necesariamente se va a pedir un diálogo, veo más bien que se está tensionando más y más el ambiente".
"Si sigue la presencia policial y no hay de parte del Gobierno una señal que permita abrir un diálogo, francamente yo revisaría mi posición de ir o no al 21 de mayo", aseveró la parlamentaria.
Más allá fue la presidenta regional de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste, quien denunció que el Gobierno y Carabineros están siguiendo el mismo patrón de conducta con el que enfrentaron el conflicto de Aysén.
"El día de la reunión no llega el Director General de Aguas, sólo llega la ministra del Medioambiente y no acepta ir a reunirse a Freirina, cambian el lugar de la reunión, entonces saben lo que ocurre, que esto es calcado a lo que ocurrió en Aysén", enfatizó Provoste, mientras acompañaba a la familia de Wilson Campusano (herido en un ojo este sábado por un balín de Fuerzas Especiales) en el Hospital El Salvador.
La respuesta del Gobierno
Por su parte, el gobernador de Copiapó y delegado ministerial en Freirina, Nicolás Noman, se defendió señalando que la reunión siempre estuvo programada para realizarse en la gobernación de Huasco.
"Los dirigentes sabían que se iba a hacer ahí, habían algunos confirmados su presencia, y después derechamente no llegaron, esa es la verdad de los hechos, y así como está el derecho a manifestarse, también está el derecho a transitar libremente" señaló.
"Con las carreteras tomadas no se va a llegar a solucionar el problema de fondo", concluyó la autoridad regional.