Los resultados de la encuesta Casen 2017, publicados el martes, mostraron a la Región de Atacama como la única del país en que aumentó la pobreza por ingresos: de 6,9 por ciento en 2015 a 7,9 el año pasado. En total, son 22.543 las personas en esta condición.
Además, Atacama fue la región donde más aumentó la pobreza extrema: de 1,7 a 2,6 por ciento (7.623 personas).
Ante estos resultados, el análisis llegó desde la Fundación para la Superación de la Pobreza, desde donde su director regional, Jonathan Hermosilla, explicó a Cooperativa que "mucha gente tiene trabajo, pero el sueldo no le alcanza a cubrir todas sus necesidades".
"El desarrollo de la región está asociado a la minería, pero no todos están ligados a este rubro", apuntó el experto.
Desde la Fundación TECHO, su director regional, Claudio Lazo, señaló que, junto a estas cifras, se hace evidente un aumento de la pobreza, ya que en el último año se pasó de 3.000 a más de 3.300 familias que viven en campamentos, según sus registros.
"Una de las principales razones para integrarse a un campamento es no contar con los recursos para costear arriendos", señaló el profesional.
Si bien el Ministerio del Trabajo entrega cifras donde el promedio de sueldo regional llega a los 903.000 pesos, los salarios altos de la minería distorsionan el panorama.
El trabajo en negro se ha extendido en la zona y, según explica el director de TECHO, uno de los factores que más mencionan los habitantes de campamentos a la hora de explicar su situación, es la falta de trabajos bien remunerados.
Otra razón que lleva a tener una disminución en los ingresos familiares es la cesantía, que en Atacama llega casi a los dos dígitos, con un 9,2 por ciento, explicado, según el INE, por un aumento de la fuerza de trabajo. Es decir hoy hay más personas buscando empleo, para poder complementar los gastos del hogar.