La Brigada de delitos sexuales de la PDI detuvo a un médico cirujano, que desde el 03 de marzo era buscado por su presunta participación en el delito de violación y secuestro en contra de una mujer venezolana, la que llegó en ropa interior a denunciarlo ante carabineros.
El profesional, que estaba sin ejercer, fue reconocido por detectives que estaban en las inmediaciones de la procesión del "Vía Crucis" de Copiapó, por lo que fue detenido mientras participaba del acto religioso, en pleno centro de la comuna.
Según explicó el subprefecto Guillermo Namor, jefe de la Brigada de delitos sexuales de Copiapó, la mujer "habría concurrido al cuartel policial a buscar auxilio solamente con prendas íntimas".
"Al momento de llegar al lugar estaba totalmente golpeada y en este sentido, los detectives iniciaron la investigación del caso", agregó.
El detective dijo que se logró "determinar que la víctima había sido mantenida durante varios días en el interior de un domicilio, en donde fue víctima de agresiones de carácter sexual, así como también de múltiples lesiones".
Para ganarse la confianza de la mujer de 26 años, el médico le habría ofrecido ayuda con la tramitación de una licencia médica y fue así como la ella, voluntariamente, fue hasta el domicilio del facultatvo en donde se habrían registrado las agresiones.
Prisión preventiva
El médico de 49 años fue formalizado por el delito de secuestro calificado.
El fiscal Sebastián Coya explicó que "respecto al delito por el cual fue formalizado el imputado, se trata de un delito de secuestro calificado que implica la privación de libertad. Y además, se comete el delito de violación. Por lo tanto, la pena que arriesga el imputado es de presidio mayor en su grado máximo a perpetuo calificado".
Dichas penas van desde los 15 años hasta cadena perpetua sin beneficios.
La Fiscalía, además, se declaró conforme con la decisión del tribunal de mantener al hombre en prisión preventiva "ya que tuvo por acreditado la existencia del delito y sobre todo, la participación del imputado", agregó el persecutor.
Se decretaron 90 días de investigación.