Más de 1.300 estufas de leña serán retiradas de Coyhaique y reemplazadas gracias al programa de recambio de calefactores del Plan de Descontaminación Ambiental de la capital regional de Aysén.
Las familias que tengan estos equipos deben postular con un copago de 30 mil pesos para luego ser evaluadas, y optar a una de las 580 estufas a parafina y 780 a pellet que serán repartidas entre los hogares coyhaiquinos.
"Estamos un paso adelante y no vamos a volver a cambiar leña por leña. Cambiamos de leña a combustibles más eficientes y más amigables", dijo la seremi de Medioambiente de Aysén, Vera Rebeco.
La medida busca disminuir el uso domiciliario de leña, la principal fuente contaminante de la ciudad, que recientemente fue calificada como la más contaminada de Latinoamérica.
El arraigo cultural de su uso y el precio –dada su condición desregulada- hacen de la biomasa la fuente predilecta para buscar el calor en los hogares de la Patagonia, por lo que existe cierta resistencia en la población a cambiarse a otras fuentes.
Sin embargo Luis Saldivia, beneficiado por el recambio en 2017, señaló que su nuevo equipo "es mucho más práctico, genera bastante calor, es mucho mejor y más económico".
"Nos echaban miedo", recordó, "nos decían que gastaba mucho", sin embargo los precios están dentro de los márgenes en los que se encuentra la leña actualmente, asegura.
Recientemente, un estudio encabezado por el académico del Programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Dante Cáceres, registró una leve disminución en los índices de urgencias respiratorias en grupos de riesgos, desde la implementación del programa de recambio.
Es por esto que muchos coinciden en que el cambio en la matriz energética domiciliaria de Coyhaique es la principal medida para enfrentar la contaminación ambiental que satura a la zona.