Ministro de Salud dijo que estos grupos organizados de "tendencia anárquica" irán a donde sea.
Patagonia Sin Represas lo acusó de "ningunear" las demandas en Aysén.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, recibió diversas críticas por su vaticinio de un año marcado por el actuar de grupos que buscarán "desestabilizar" la democracia, azuzando demandas sociales en regiones.
"El año 2012 va a estar marcado por agentes muy bien financiados y muy bien organizados que van a buscar una tendencia anárquica a lo largo de todo el país. Pienso que hay un interés marcado por desestabilizar nuestra democracia", aseguró el ministro.
Esto "la ciudadanía tiene que entenderlo porque van a aparecer demandas que a lo mejor pueden tener un cariz legítimo pero van a significar que estos grupos organizados van a viajar donde sea necesario para alentarlas, avivarlas, para radicalizarlas".
Por su parte, Flavia Liberona, integrante de la secretaría ejecutiva de Patagonia Sin Represas, defendió a su organismo de las críticas de Mañalich, que los acusó de estar detrás de las movilizaciones en Aysén, lo que es "absolutamente falso".
"Nuestra campaña es una que se enfoca en un tema que es no construir las represas en la Patagonia, pero estamos muy lejos de poder financiar y azuzar a la gente, eso es no creer que la gente tiene voluntad propia, ideas, demandas propias".
"Es de alguna manera ningunear a la región de Aysén", manifestó Liberona, mientras que para la presidenta DC (s) Laura Albornoz, "la obligación de un gobierno es gobernar, y gobernar supone enfrentar múltiples conflictos que se suscitan cuando uno está a cargo"
"Cuando uno está gobernando es muy probable que surjan demandas en esa localidad y en otras más", comentó Albornoz.
Institucionalidad que no resuelvePor su parte, el cientista político Robert Funk, académico de la Universidad de Chile, concuerda con este análisis, ya que las demandas son por problemas no resueltos por la institucionalidad.
"Si aparecen estas demandas en otras regiones no es porque una región u otra haya exigido una respuesta inmediata, es porque efectivamente hay un problema" del que Chile "como sociedad política no tiene una respuesta".
"Es un país que lleva 200 años con una fuerte impronta centralista y seguimos creyendo que la manera de construir país es desde el centro", lamentó Funk.
