El Juzgado de Garantía de Coyhaique declaró culpable del delito de femicidio a Jonatan Serón, de 28 años, acusado de ocasionar la muerte de Giselle Olivares, de 22, crimen ocurrido un día como hoy hace exactamente un año en la comuna de Cochrane, al sur de la Región de Aysén.
Los jueces Pablo Freire y Rosalía Mansilla acogieron la teoría de los querellantes y la Fiscalía, mientras que el magistrado Rolando del Río votó a favor de decretar sólo un homicidio simple.
Esto porque "el tema de la convivencia fue el elemento discutido a lo largo del juicio, por lo que estamos contentos en el sentido de que se condena por el delito de femicidio", dijo la fiscal adjunta de Cochrane, Laura Cruz.
Para esto, el testimonio clave fue el de una mujer que le arrendó una casa a la pareja en Chile Chico, meses antes del crimen.
Extensión del mal causado
Otro elemento discutido fue la extensión del mal causado, es decir, el daño que este crimen pudo generar en la hija y el padre de la víctima.
"No tiene que ser solamente un tema descriptivo, debe ser probado en juicio y entendemos que a ese respecto ni Fiscalía ni querellantes pudieron acreditar la extensión" afirmó el defensor público de Cochrane, Alonso Herrera.
Sin embargo, la fiscal Cruz aseguró que "en el juicio se estableció las circunstancias en que se cometió el delito, que había una menor presente, que quedó sin madre, que el acusado sabía que no contaba con su padre y, además, el padre de la víctima que pierde a su única hija de 22 años, con toda una vida por delante, son circunstancias que el tribunal tiene que tener en consideración y que sí se ventilaron en este juicio".
Este miércoles 5 de septiembre se conocerá la pena que recibirá el condenado, que será determinada por lo que el tribunal crea respecto de la extensión del daño y la atenuante de colaboración del imputado que se entregó a pocos días de cometido el crimen.