El alcalde de Coquimbo, Ali Manouchehri, cerró la puerta al tradicional espectáculo de fuegos artificiales de Año Nuevo, actividad a la que se destinaban cerca de 80 millones de pesos, recursos que serán redestinados.
El dinero será utilizado en la compra de juguetes para alegrar la Navidad de 35.000 niños y niñas de escasos recursos de la comuna puerto.
"Estamos contentos porque al final son determinaciones que nos permiten apretar el cinturón, pero a su vez utilizar de mejor manera los recursos del municipio", dijo Manouchehri.
La decisión no sólo se basó en la reutilización de recursos, ya que los estruendos por los fuegos de artificio afectan la salud de los niños y niñas con trastorno de espectro autista y pueden provocar perjuicios a las mascotas el ruido de los estruendos.
"Tomamos una determinación por dos temas principales. Primero el respeto hacia nuestros niños y a sus familias de trastorno de espectro autista. Hemos escuchado sus requerimientos. Este tipo de espectáculos les afecta mucho, les afecta su salud", expresó el jefe municipal.
"Con relación al mundo animalista, tenemos conocimiento y nos hemos juntado con agrupaciones en que también su requerimiento ha sido escuchado por parte de nosotros", agregó el alcalde.
Ali Manouchehri indicó que espera "los futuros alcaldes mantengan esta política" de no hacer más el espectáculos pirotécnico.