El menor cayó desde un edificio el domingo tras lo cual fue trasladado hasta el Hospital Regional de Coquimbo.
En estado grave, pero estable se mantiene un niño de tres años que el domingo cayó desde el octavo piso de un edificio ubicado en calles Los Perales y avenida Pacífico, en La Serena.
El menor fue trasladado de urgencia hasta el Hospital Regional de Coquimbo, desde donde hoy su director Cristian Vargas detalló que "está en etapa de evaluación de sus lesiones, con estudios de imágenes, con diversos imágenes, para decidir su conducta terapéutica de las próximas horas y días".
Asimismo precisó que "el paciente actualmente se encuentra en condiciones de gravedad, pero estable, y esperaremos a ver cómo evaluaciona en las próximas para las decisiones terapéuticas que hayan que realizar con el paciente".
Según la información de la PDI, el accidente ocurrió cuando la madre del menor atendía a una visita en la puerta de su casa, momento en que el niño -que tiene trastorno del espectro autista- subió a una cama y cayó por la ventana que estaba sin protección.
"Estaba con la madre al interior del departamento, y probablemente en un minuto de descuido, el niño abre la ventana del dormitorio y se cae del octavo piso", ratificó el subprefecto Jorge Cáceres, jefe de la Brigada de Homicidios de La Serena.
Los detectives "estamos entrevistando a la madre y al círculo cercano a fin de establecer las causas y circunstancias en que se produjo el hecho", complementó.
Dada la ausencia de una malla de protección en el ventanal, la presidenta del Colegio de Gestión y Administración Inmobiliaria de Chile, Brenda Salazar, admitió que "no existe una normativa que nos obligue como administradores a tener que actuar en este sentido, porque nuestra normativa está dirigida hasta los espacios comunes, y este es un espacio privado si es una terraza".
"Ahora, todas las terrazas sí están normadas para poder cerrarse con ventanales, o algún tipo de malla o puerta corredera, pero eso lo hace cada uno de los usuarios. En el caso de que haya niños, cada padre se preocupa de poder cerrar con mallas protectoras, o cuando hay mascotas también, y para ello se pide permiso a los comités de administración, y jamás ha habido un problema en darlos, puesto que es un problema de seguridad individual", remató.
