Tensos han sido los primeros cuatro días como alcalde de Coquimbo de Ali Manouchehri, luego que se concretara la desvinculación de más de 211 trabajadores prestadores de servicios a honorarios.
La medida responde, de acuerdo a un comunicado de prensa, a que la deuda edilicia superaría los 30 mil millones de pesos, por lo cual tuvieron "que reaccionar rápidamente, por lo cual el municipio ha tomado medidas inmediatas para sortear esta crisis".
De hecho, en el mismo documento se señala que "existen dificultades con responsabilidades básicas, como el pago del retiro de la basura, el alumbrado público, las remuneraciones del personal o la ayuda social a los coquimbanos".
"Hoy está en riesgo el patrimonio de la ciudad y los servicios básicos de la gente", agregó la declaración donde adelantan que "se efectuará un plan de austeridad eliminando gastos innecesarios y excesivos, medidas que se mantendrán hasta superar la crisis, además implementaremos un plan para recaudar ingresos".
"Es la forma más fácil, grosera y brutal"
La Central Unitaria de Trabajadores de la Provincia de Elqui salió al paso de los despidos masivos ocurridos en la Municipalidad de Coquimbo, declarando que se tratan de una "drástica decisión de la autoridad".
Utilizando el mismo canal que el municipio coquimbano, la CUT declaró que no desconoce el déficit financiero que la entidad arrastra hace años, pero que despedir a trabajadores "es la forma más fácil, grosera y brutal de enfrentar el problema financiero".
Desde la central llaman a Manouchehri a "que haga una pausa, que deje sin efecto los despidos y que instale una mesa de negociación con las organizaciones sindicales del municipio, para buscar soluciones más racionales y que tengan como premisa el respeto hacia los trabajadores/as de la comuna".