El ex consejero nacional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) Hilario Huirilef calificó como un retroceso la reunión que sostuvieron en la víspera los ministros Andrés Chadwick y Joaquín Lavín con parlamentarios y sectores sociales de la Región de La Araucanía.
"Yo abrigaba una gran esperanza en el diálogo que se estableció ayer. Quiero decir que lo sigo abrigando, pese a que creo que fue un paso hacia atrás y no un paso hacia delante, porque nada se dijo –con la presencia de todos los diputados de la región (en la cita)- sobre la participación del pueblo mapuche en las instancias de poder", dijo Huirilef a El Diario de Cooperativa.
"Al final la propuesta de conversación fue la misma que se conversó con Frei, con Lagos y con Bachelet, que tiene que ver con el reconocimiento constitucional, con el convenio 169 (de la OIT) y, particularmente, con la última propuesta que dejó la Presidenta Michelle Bachelet, que tiene que ver con el Consejo de Pueblos Originarios. Se habló de lo mismo de siempre, y creo que las palabras del ministro fueron un poquito virulentas, un poquito violentas", acusó el representante.
Este proceso de diálogo, apuntó Huirilef, se encuentra con varios escollos, entre ellos la propia actitud del Gobierno en su diálogo con las comunidades.
"El Estado debiera, en mi opinión, mantener una neutralidad; no puede hablar desde sus posturas de nietos de colonos hablándole a los nietos de los sobrevivientes de los pueblos originarios. Hay que hablar desde la neutralidad en materia de territorio, de derechos humanos y política pública; entre ellos va estar reconocimiento constitucional, pero también tiene que estar la participación política: en el Parlamento no hay ni un solo mapuche, ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado, y no puede seguir ocurriendo eso", planteó.
Dificultades internas
Por otro lado, "la mentalidad o el pensamiento no mapuche es absolutamente vertical y estructural, donde alguien representa a alguien, y la organización y forma de mirar el mundo de los mapuche es distinta: no hay un presidente, no hay un representante, sino que cada comunidad y cada territorio es autónomo", explicó.
En este sentido, "yo creo que los actos que han ocurrido en la Región de La Araucanía y la mayor dificultad que nosotros tenemos no tiene que ver con si nos reconocen o no nos reconocen, si aplican o no aplican el Convenio, tiene que ver con cómo de verdad nos ponemos de acuerdo y hablamos de frente con el Estado", reconoció el líder mapuche.
Pese a esto, "nosotros estamos disponibles a dialogar y a entendernos. Mañana (en la cumbre del Cerro Ñielol) nos vamos a poner de acuerdo en lo diversos que somos al interior de las comunidades como primer paso, es un avance".
"Aquí se inicia un proceso y obviamente vamos tener dificultades en el camino, seguramente en lo interno y también en la conversación con el Gobierno (...), porque las heridas están abiertas, la relación es complicada: somos nietos de la violencia, nietos de los que sobrevivieron y nietos de los que se quedaron con la tierra, entonces hay un acto que no va a ser fácil", advirtió.
"No pretendamos resolver en una conversación, en dos, en 10 o en un año o un Gobierno un problema que es histórico de 130 años", sentenció, subrayando que los acercamientos al diálogo ya son pasos positivos.