Hijos del matrimonio esperan que Gendarmería no ceda a presiones de quien "quemó vivos a nuestros padres".
Indicaron que durante este tiempo han llevado el dolor con dignidad y sólo han pedido justicia.
"Lo más probable es que la autoridad ceda a su chantaje y le otorgue el premio que busca", afirmaron.
Los hijos del matrimonio Luchsinger McKay manifestaron su "indignación y frustración" ante el hecho de que Gendarmería evalúe trasladar al comunero mapuche Celestino Córdova al Centro de Educación y Trabajo de Vilcún, luego de que éste presionara a la institución a través de huelgas de hambre.
"Es inconcebible que el condenado por un homicidio cometido con el nivel de crueldad y cobardía como el perpetrado por este preso, que está recién iniciando su condena, pudiera obtener el trato dispensado da internos de conducta ejemplar y de baja peligrosidad", indicaron a través de una carta enviada a El Mercurio.
La misiva firmada por Karin, Mark, Jaime y Jorge Andrés Luchsinger McKay indica que "como familia queremos expresar nuestra indignación y frustración ante el solo hecho de que Gendarmería evalúe una solicitud de este tipo".
"Aquí lo más probable es que la autoridad ceda a su chantaje y le otorgue el premio que busca", enfatizaron junto con aclarar que tras la muerte de sus padres han llevado su dolor con dignidad y siempre buscando justicia y no venganza.
Por último señalaron que si el Ministerio de Justicia y de Gendarmería se doblegan y le otorgan un privilegio "al criminal que quemó vivos a nuestros padres" será un dolor más para ellos como hijos, pero "serán ellos quienes carguen por siempre con la vergüenza de los cobardes".
