El general director de Carabineros, Hermes Soto, desestimó la acusación del ex sargento Carlos Alarcón, uno de los ex carabineros formalizados en el caso Catrillanca, quien en su declaración judicial apuntó a presiones para mentir en torno al crimen del comunero Camilo Catrillanca.
Alarcón acusó al abogado Cristián Inostroza y al mayor Manuel Valdivieso, jefe del GOPE al momento del fatal operativo, como los instigadores de la primera versión entregada por los uniformados en la que aseguraron no portar cámaras, lo cual quedó desestimado posteriormente por imágenes grabadas por una segunda patrulla que llegó al lugar de los hechos.
El general Soto sostuvo que "él (Alarcón) tiene más de 40 años de vida y 25 años de servicio, no es un niño, por lo tanto no puede ser presionado por nadie. Debió haber cumplido con lo que la ley le autoriza y con lo que la ley le obliga".
"Si el funcionario dijo eso, él tendrá que tener sus razones, pero no las justifico", añadió Soto al ser consultado por el tema.
"El ex sargento es una persona adulta, tiene la madurez suficiente para determinar lo que está bien y lo que está mal. Si él determinó que estaba bien hacer lo que hizo, se equivocó", agregó.
Alarcón, quien está imputado por haber disparado a Catrillanca, cumple actualmente prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el hecho.
Abogado considera verosímil la acusación de "presiones"
En tanto, el abogado Sebastián Saavedra, defensor del adolescente de 15 años que acompañaba a Camilo Catrillanca al momento de los hechos, consideró verosímil la versión del ex sargento Alarcón y afirmó que ahora empiezan a calzar las piezas.
"En el caso que sea efectiva esta declaración (del ex sargento) entendemos que el puzzle se va a armando", aseguró.
"En todos los casos en que comuneros mapuche han muerto y Carabineros ha sostenido una versión oficial que es respaldada por el mando civil, posteriormente rebatida por la evidencia, siempre se ha tenido la sospecha de que esas versiones oficiales emanan no solo de los ejecutores materiales de los delitos, sino que de los altos mandos. Nos parece de una absoluta concordancia", aseveró el jurista.