A sólo días de que se cumpla un año de la presentación del Plan Impulso Araucanía y de las recientes críticas que ha recibido, desde el Gobierno salieron a ratificar su "compromiso" con la región y adelantaron que este año esperan ver resultados concretos de la iniciativa.
El 24 de septiembre de 2018, el Presidente Sebastián Piñera lanzó el plan en Temuco, que contenía "cientos de iniciativas" para impulsar el desarrollo de la región más pobre del país, entre ellas una millonaria inversión económica, una reforma constitucional para reconocer al pueblo mapuche, la creación del "Ministerio de Pueblos Originarios y el Consejo de Pueblos Originarios" y la promoción de la elección de candidatos indígenas mediante una "Ley de Cuotas".
Ya en 2019, el Gobierno ha ido moderando su implementación, como consecuencia directa del crimen del comunero Camilo Catrillanca en un operativo de Carabineros, sólo dos meses después del plan con que el Mandatario buscaba "empezar a cambiar el curso de la historia" de la región: ese cambio de estrategia ha generado cuestionamientos desde el mundo político, los gremios de la región y la Iglesia Católica por los "escasos avances".
A las críticas respondió en Cooperativa el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, quien asumió la cartera en junio de este año en reemplazo de Alfredo Moreno, quien lideró los diálogos del Ejecutivo en la región en el marco del plan.
"El compromiso del Gobierno sigue igualmente firme con La Araucanía", aseguró Sichel, resaltando que "La Araucanía el año pasado fue de las regiones que más creció en Chile, creció más que el promedio".
Asimismo, apuntó que "el primer año fue de construir grandes acuerdos, de construir las capacidades habilitantes para que una región en que no se conversaba y no se dialogaba, se consiguieran logros", mientras que "éste es el año de los resultados, en este segundo año, queremos obtener logros concretos".
"La sensación estamos orgullosos de lo que ha hecho el Gobierno, porque instaló la agenda de verdad", destacó el secretario de Estado.
Sin perjuicio de ello, Sichel reconoció que "lo de Catrillanca fue un dolor para todos, fue doloroso, fue un delito brutal que cometió Carabineros de Chile, como ha quedado demostrado y está hoy comprobándose (en el juicio), y obviamente cambió y alteró los acuerdos que se habían logrado, porque tensó y friccionó la relación que se había logrado en La Araucanía".
"Pero a nosotros no nos hace rendirnos, al contrario, nos duplica el desafío", sentenció.