La institución informó que está analizando "si corresponden a humanos".
Captores usaron ácido para intentar deshacerse de cadáver.
Este martes, en medio de los operativos de búsqueda en las aguas del río Renaico en el marco del caso de doble secuestro, torturas y homicidio que quedó al descubierto durante la semana pasada en la comuna rural de Collipulli, en la Región de La Araucanía, la Policía de Investigaciones (PDI) confirmó el hallazgo de restos óseos de origen, hasta el momento, indeterminado.
Según la Fiscalía, los afectados -la víctima fatal y otra persona que huyó de sus captores y está con lesiones graves- sufrieron torturas con electricidad, golpes y supuestos llamados y mensajes a familiares durante los ocho días que estuvieron en cautiverio, desde el 8 de junio.
Además, los secuestradores ocuparon "elementos químicos y ácidos" de uso casero para deshacerse del cuerpo de la víctima fatal, para luego -tras no concretar su objetivo- quemar los restos por varias horas en un fogón, algo que tampoco habría dado los resultados que esperaban. De las evidencias recogidas, algunas están carbonizadas y otras fueron arrojadas al río.
"De acuerdo a las entrevistas a las personas que están involucradas podemos determinar que este es el lugar donde hicieron desaparecer el cuerpo. Hemos encontrado algunos restos de osamentas, pero no estamos en condiciones de señalar si corresponden a humanos", dijo esta tarde el jefe prefectura Macrozona Sur de la policía civil, Carlos Díaz.
La jornada de ayer lunes, el Juzgado de Garantía de Collipulli llevó a cabo la formalización de los 12 imputados detenidos en el marco del crimen. En la instancia, se ordenó la medida cautelar de prisión preventiva para todos los sujetos.
Cabe señalar que a 10 de ellos se les imputan dos delitos de secuestro agravado; a dos participación en uno de los secuestros, además cinco fueron formalizados por infracción a la Ley de Armas y dos por microtráfico.
El juzgado decretó seis meses de investigación y determinó que todos los involucrados representan un peligro para la sociedad y la investigación.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, afirmó en una rueda de prensa que "estamos en presencia de un grupo de personas que pensó que secuestrar y torturar a alguien iba a salir gratis".
"Lamentablemente, en la macrozona sur ocurren situaciones en las cuales tienen que estar expuestas nuestras policías permanentemente, de ahí que tenemos una cantidad importante de mártires", señaló el jefe de gabinete.
"Aquí lo más complejo es qué importancia tenían estas armas para esta agrupación de personas que estuvieron dispuestas a asesinar de la peor forma a otra persona, a secuestrar y a torturar. La vinculación de esas armas aparentemente tiene que ver efectivamente con algunos hechos de sangre del pasado, pero eso será parte de la investigación", sentenció.
