Industria espera el fin de año para evaluar los costos de la movilización de mayo último.
La presencia de marea roja en el archipiélago ha disminuido considerablemente.
Diversos sectores esperan el fin de año para evaluar los costos de la movilización de mayo último.
A tres meses de la crisis social y ambiental que movilizó a Chiloé, la economía local comienza a mostrar señales de reactivación, especialmente en el ámbito de la mitilicultura (cultivo de moluscos para su explotación económica).
Para la industria que procesa choritos y otros mariscos bivalvos hacia el extranjero, lo peor ya pasó y ahora esperan el fin de año para evaluar los costos de la movilización de mayo último.
La actual temporada ya cerró con las cosechas y la presencia de marea roja en el archipiélago ha disminuido considerablemente, lo que permite retomar con cierta normalidad el trabajo en el mar.
Johanna González, presidenta de la Asociación de Mitilicultores de Chiloé, explicó que "el problema surgió, principalmente, por las movilizaciones de los pescadores. Eso en realidad paralizó a la industria más que la marea roja en si misma".
"Producto de todos estos eventos que ocurrieron, nosotros ya estamos casi en un 100 por ciento sin marea roja, quedan muy pocos lugares con alguna presencia de gases tóxicos y para nosotros este tema ya pasó, la temporada también ya está terminando o prácticamente ya terminó en varias plantas de proceso, que están finalizando o finalizaron su temporada", añadió.
La dirigenta concluyó que "vamos a hacer el cálculo y las estimaciones de lo perdido o lo que no se ha vendido en términos de producto terminado de aquí a fin de año. Ahí vamos a saber recién cuál va a ser el impacto general".
En tanto, Silvia Pérez, locataria del Mercado Municipal de Ancud, relató que "lo pasamos mal, tuvimos un mes y tanto que no vendimos, pero después como que ha sido mejor que cualquier invierno. Todo lo que tiene uno lo vende. La gente tiene confianza, porque está todo con papeles, todo fiscalizado".
Recientemente Sercotec entregó un millonario aporte a los micro y pequeños productores de choritos que representan el 61 por ciento de los afectados directamente con el fenómeno de la marea roja, lo que les permitirá enfrentar el cierre de la temporada financiando los sistemas de explotación de los cultivos.
