El obispo de Puerto Montt, Cristián Caro, dijo que la reunión con el papa en Roma fue una experiencia en la que se pudo ver la gravedad de las cosas que han pasado en Chile y la necesidad de actuar con prontitud frente a problemas que no son fáciles de discernir, por lo tanto hay que escucharlos, aseguró.
"Tengo confianza en que de todo esto la iglesia va a sacar algo positivo para con los fieles", afitmó el prelado, quien reconoció que había presentado su renuncia al pomtífice al cumplir los 75 años y "ahora firmé también la carta, pero la renuncia ya había sido presentada por cuatro obispos".
El obispo Caro se refirió también a los dichos del cura párroco de Osorno, Bernardo Werth, quien mencionó el pasado domingo que los laicos de esa ciudad también debían pedir perdón por los desórdenes y las protestas que hicieron durante los últimos tres años.
En tal sentido justificó las palabras del sacerdote y añadió que "los laicos fueron violentos. Ellos no han actuado en todo este tiempo pacíficamente. Yo estuve cuando monseñor Barros tomó posesión y fue un acto violento el que ejercieron, nos empujaron, botaron nuestras mitras y estuvieron todo el tiempo gritando".
El prelado negó haber conversado con el obispo Juan Barros en Roma, porque estuvieron en casas distintas. Sí dijo que hubo un saludo, "pero no existió el tiempo para dialogar".