Los dirigentes de los pescadores de Ancud, que además representan a sus pares de Maullín, Quellón, Carelmapu, Bahía Mansa, San Juan de la Costa y Quemchi, rechazaron la última propuesta entregada por el Gobierno.
Los dirigentes explicaron que la propuesta del Ejecutivo es insuficiente, ya que pese a que se elevaba el monto de los aportes a 900 mil pesos durante tres meses, también se incrementaban los requisitos para poder acceder a ellos.
Además, presentaron un nuevo petitorio de 28 puntos, cuyos aspectos principales son la ampliación de la zona de catástrofe para Ancud y toda la provincia de Chiloé y la zona afectada, la apertura de nuevas pesquerías, y un bono de 300 mil pesos mensuales por al menos seis meses y durante el tiempo que dure la crisis por la marea roja.
"Un bono de 300 mil pesos como bono de término de conflicto, cinco bonos sucesivos por 300 mil pesos, puesto que consideramos que nuestras aguas, por las concentraciones de toxinas no van a estar limpias en menos de cinco meses y si la contaminación por marea roja se extiende por más tiempo, esta la bonificación mensual también debiera extenderse", dijo Luis Villegas, vocero de la pesca artesanal de Ancud
Respecto a las pesquerías, Villegas afirmó que "para los pescadores artesanales, buzos y recolectores de orilla que se encuentran imposibilitados de trabajar en el mar, solicitamos que se abran los registros pesqueros artesanales en recursos como Raya, Congrio, Reineta, Gallo, Tollo, etcétera, con el fin de ampliar el abanico de posibilidades hacia recursos abundantes en las costas y mares de nuestras comunas".
Este petitorio fue enviado a las autoridades, que deberían volver a evaluar esta propuesta, aunque los trabajadores del mar ya anunciaron una radicalización de las movilizaciones.
"La sociedad está viendo día a día que esta situación se agrava. Lamentablemente quisiéramos que esta cosa se hubiese terminado ayer o antes de ayer. Existen cientos de familias que están sufriendo de hambre, hemos estado atendiendo la movilización de forma gradual en la medida que la necesidad lo va requiriendo y la movilización se va a radicalizar", añadió Villegas.
El vocero enfatizó que "eso significa que van a venir dirigentes de otras localidades y se van a sumar a Ancud en esta misma línea".
El futuro es incierto en materia de abastecimiento, conectividad tanto dentro como fuera de la isla, sobre todo en alimentación, salud y combustibles, mientras que la comunidad del archipiélago continúa organizando marchas y manifestaciones en apoyo a las protestas por esta crisis social y ambiental.