Autoridades y gremios de Puerto Varas celebraron este viernes la decisión del Tribunal Ambiental de Valdivia de condenar a la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos S.A. (Essal) como responsable de daño ambiental el Lago Llanquihue, debido al vertimiento de aguas servidas no tratadas.
El Tribunal valdiviano -con jurisdicción desde Ñuble a Magallanes- determinó que "ha existido una negligencia constante de Essal" en la operación de sus Plantas Elevadoras de Aguas Servidas (PEAS) de Santa Rosa y Puerto Chico y su sistema de alcantarillado.
Señaló además como "hecho indiscutido" que "la activación de los aliviaderos y el vertimiento de aguas servidas o mixtas a través de estos al Lago Llanquihue viene produciéndose al menos desde el año 2010".
"Esto es un triunfo histórico para la ciudad de Puerto Varas", reaccionó el alcalde Ramón Bahamonde (independiente).
A juicio del jefe comunal, la sentencia "también es una tirada de orejas para el Estado chileno, porque negocia, pero no se hace responsable de los daños colaterales".
"Essal hizo manifiestamente un aprovechamiento indebido de los aliviaderos de tormenta", agregó Bahamonde, y exigió: "Que no vengan empresas a dañarnos y quizás el día de mañana se manden a cambiar dejándonos la escoba".
"Impresentable"
En una línea similar, el concejal UDI Marcelo Salazar subrayó que la sanitaria debe retirar los "aliviaderos" que le impugnó la justicia ambiental.
"Es impresentable que estén contaminando cuerpos de aguas vivas. Estamos hablando hoy día de un lago, pero en otros lugares afectan a ríos, a esteros. Por lo tanto, la debe definitivamente eliminarlos: no podemos tolerar que existan estos 'aliviaderos de tormenta'", señaló el edil gremialista.
Desde la Cámara de Comercio y Turismo de Puerto Varas, su presidente, Horacio Bóvolo, hizo un "llamado a la prudencia".
"Es un fallo que nos da la razón, que dice que la compañía tiene que reparar todo el daño que ha hecho y dedicarse a hacer las obras que siempre hemos exigido", sostuvo Bóvolo.