Nicole Morel, coordinadora del grupo de 30 profesionales que trabaja para la reconstrucción de Chaitén y Francisca Astaburuaga, arquitecto parte del equipo, explicaron los desafíos de erigir la nueva ciudad y defendieron la nueva ubicación de la localidad en Santa Bárbara.
En entrevista con Una Nueva Mañana en Cooperativa, Morel indicó que la distancia al macizo "no es necesariamente la variable más importante", señalando que fue la presencia del río Blanco la razón para mover la ciudad unos diez kilómetros al norte.
"Este volcán ha tenido un record en la cantidad de material que expulsa y eso hace que por la misma gravedad del peso que tiene arriba, es bastante probable que se desplome", explicó Morel, detallando que todo ese material circularía a través del cauce del río que atraviesa la devastada ciudad.
La coordinadora confesó que entiende la negativa de la población de no moverse porque "están en un periodo un duelo evidente", pero señaló que los chaiteninos se han mostrado "agradecidos del cuidado que se ha tenido de buscar un lugar seguro".
Ventajas de nueva ciudad
El equipo lo que pretende es buscar "oportunidades que puedan surgir de esta catástrofe", señaló la jefa de la comitiva profesional.
Morel detalló también que Santa Bárbara, el lugar escogido para reubicar la localidad, "está protegida por montañas que son más altas que el volcán" y destacó que la nueva ubicación permitirá que la ciudad tenga un aeródromo más utilizable por motivos climáticos y que siga conectada a la Carretera Austral.
Asimismo, Morel recalcó la ubicación costera del lugar de reconstrucción lo que permite mantener el rol de puerto de Chaitén es fundamental y es parte importante de su cultura, de su economía, de cómo vivía la gente".
La intención del equipo es "generar un pueblo que no solo funcione bien, sino que sea atractivo" para la población quiera quedarse y donde no se descarta que lleguen nuevos habitantes si se logra la meta y "hay puestos de trabajo".
Por su parte, Astaburuaga relató que el trabajo del equipo ha significado un desafío que involucra "mucha creatividad de pensar como podría llegar a ser" la nueva localidad y que este pretende buscar "oportunidades que puedan surgir de esta catástrofe".
La arquitecto aclaró que esta labor incluyó conversaciones con los habitantes e involucra respeto a las condiciones económicas, sociales y ecológicas de la zona, basados en el principio de la sustentabilidad y el respeto a la naturaleza.