El Juzgado de Garantía de Panguipulli decretó este lunes el arresto domiciliario total para el carabinero formalizado por el delito de homicidio simple contra el malabarista Francisco Martínez Romero durante un control de identidad en la ciudad sureña, rechazando así la solicitud de los querellantes de prisión preventiva.
El juez de garantía de Panguipulli, Felipe Muñoz, indicó que esta resolución se dio "estimándose que los antecedentes vertidos por el Ministerio Público en la audiencia permiten concluir que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad".
"Atendido el ilícito perseguido en asignada carácter y gravedad del mismo, se dará lugar a lo pedido por la Fiscalía y se decretará en contra del imputado la medida cautelar de arresto domiciliario total del Artículo 155 letra A del Código Procesal Penal", informó el juez.
Muñoz también argumentó que el último disparo que finalmente mató al malabarista se produjo cuando éste ya iba cayendo, por lo que el carabinero "pudo atenerse a la norma sólo con evitar el último disparo". Su actuar, debido a esto, es catalogado como "un exceso policial y una conducta antijurídica".
Finalmente, el magistrado indicó que esta situación configura el delito de homicidio simple, pero que la medida cautelar de prisión preventiva "resultaba excesiva tomando en cuenta la irreprochable conducta anterior del imputado".
Esta medida cautelar es en primera instancia, dado que desde la parte querellante, el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó un recurso de apelación verbal, puesto que ellos habían solicitado la prisión preventiva y fue descartado por el juez de garantía.
De momento, independiente de esta medida dictaminada, el imputado se mantendrá en la unidad policial, dado que es considerado un peligro para la sociedad.
El Tribunal de Panguipulli definió un plazo de cuatro meses para el desarrollo de la investigación de la muerte del malabarista.