El 21 de octubre de 1520 la expedición que el navegante portugués Fernando de Magallanes lideró para la Corona de España encontró la boca oriental del estrecho que hoy lleva su nombre, un laberinto de fiordos y pequeñas islas, que desembocó en el Pacífico y permitió completar la primera circunnavegación del planeta.
España y Chile celebraron este miércoles los 500 años del descubrimiento europeo de este paso interoceánico, que unió los destinos de ambos territorios y configuró el mundo actual, demostrando que la Tierra era redonda y que todos los continentes estaban conectados por mar.
La travesía comenzó un año antes, el 20 de septiembre de 1519, en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, con cinco barcos y más de 230 hombres en busca de una ruta comercial que a través del Atlántico llegara a las Islas Molucas, algo que solo fue posible con el punto culminante de la aventura: el paso del Estrecho de Magallanes.
"En algún autor he leído que esta navegación fue la navegación de lo imposible y analizándolo fríamente parece imposible que esto haya pasado", dijo Teodoro López Calderón, jefe de Estado Mayor de la Armada española.
38 DÍAS PARA ENCONTRAR UNA SALIDA
De las cinco naves que partieron de España, solo quedaban cuatro cuando la expedición encontró la boca de entrada al Estrecho de Magallanes, al que se adentraron sin saber si tendría una abertura hacia el que Núñez de Balboa había bautizado como mar del Sur.
Durante más de un mes navegaron sus canales y realizaron varias exploraciones en busca de una salida, una tarea titánica dadas las múltiples alternativas que plantea el lugar y al precario equipamiento con el que contaban.
Fueron un total de 38 días de lucha constante contra el desánimo, los motines y la deserción, las inclemencias del tiempo, los vientos y las fuertes corrientes de los canales.
"El estrecho es muy difícil de navegar debido a los vientos y las corrientes. Hoy en día sigue siendo complicado y en aquella época resulta asombroso que exploraran sus muchas entradas sin conocer los fondos marinos, sin poder predecir la meteorología...", expresó López Calderón.
Magallanes encomendó una de esas expediciones al teniente Roldán de Argote, quien junto a otros tres hombres a bordo de una pequeña embarcación se adentró por lo que hoy se conoce como el paso Tortuoso, donde tomó tierra para subir a lo alto de un cerro desde el que vislumbró el paso interoceánico.
Al salir del estrecho, Magallanes se encontró con un mar en calma y lo llamó Pacífico. Empezó ahí una larga travesía en busca de las Molucas que el marino portugués no pudo completar al caer muerto en batalla en lo que hoy es Filipinas.
En su relevo, el español Juan Sebastián Elcano lideró la expedición hasta regresar a España el 8 de septiembre de 1522, junto a otros 17 hombres, culminando la que es considerada como la mayor hazaña marítima de la historia.
"Se ha comparado esto con la llegada del hombre a la luna, pero el hombre fue a la luna sabiendo dónde estaba la luna, la distancia a la luna y con medios técnicos planeados. Tenía mucho riesgo, no le quitamos valor, pero la expedición de Magallanes salió sin saber absolutamente nada de lo que se iban a encontrar y esa incertidumbre le da un valor extraordinario", expresó López Calderón.
Vista del buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de Elcano (i) y su homólogo chileno Esmeralda (d), este miércoles en el puerto de Punta Arenas. Foto: EFE.
FESTEJOS REDUCIDOS POR LA PANDEMIA
La pandemia del Covid-19 limitó las celebraciones por este V centenario, pero la Armada española dispuso que el buque escuela Juan Sebastián de Elcano estuviera presente este día en el Estrecho de Magallanes para emular aquella epopeya.
El bergantín-goleta español, botado en 1927, salió el 10 de agosto de San Fernando (Cádiz) y, sin pisar tierra en todo el trayecto, llegó el pasado fin de semana a aguas territoriales chilenas, donde fue recibido por el buque escuela Esmeralda de la Armada chilena.
"Es un acto muy emotivo, muy simbólico, con toda la fuerza de esos 500 años y ese reconocimiento a Magallanes, Elcano y a toda la flota de la Armada española", dijo el embajador de España en Chile, Enrique Ojeda.
El diplomático español estuvo presente este miércoles en el puerto de la ciudad Punta Arenas, donde tuvo lugar el acto oficial de conmemoración de esta efeméride, con los dos buques escuela -que son gemelos- a cada lado de un muelle y con la presencia del presidente de Chile, Sebastián Piñera, entre otras autoridades civiles y militares.
"Magallanes, Elcano y su tripulación no solo nos legaron un testimonio de coraje, de valor, de visión, de audacia, sino que también nos legaron un mundo nuevo porque lograron hacer, con esa navegación, una verdadera globalización de nuestro mundo y lograron unir y hacer encuentros entre culturas que estaban muy distantes y muy separadas", dijo Piñera.