El director nacional de Greenpeace Chile, Matías Asun, afirmó en El Diario de Cooperativa que es "inaceptable" la autorización al uso de tronaduras en la Mina Invierno en Isla Riesco, en la Región de Magallanes, y acusó que "sin lugar a dudas" hubo presiones de la mina de propiedad del grupo Copec y del grupo Ultramar.
"Es completamente inaceptable lo que ha ocurrido", aseveró.
Consultado sobre si hubo presiones de Mina Invierno, Asun dijo no tener dudas de aquello y sostuvo que "la actitud que ha tenido la minera en esto ha sido canalla a un nivel extremo. Uno tampoco puede esperar nada de una mina que ha violado toda la normativa ambiental".
"Ojalá el Presidente Piñera dé explicaciones por lo que está haciendo su Gobierno", expresó, acusando que con lo ocurrido se derriban tres compromisos del Presidente Piñera.
Asun indicó que al Mandatario no le importa la salud de los niños, que es "mentira" que se esté haciendo todo lo posible por descontaminar Quintero y Puchuncaví ("se está cediendo a la presión de las empresas"), y que no le interesa las energías limpias ("se sigue utilizando el carbón, contamina el aire y el mar").
Explicó que "Mina Invierno está alojada en el corazón de la Patagonia, a un costado de uno de los recientemente creados parques nacionales en la Región de Magallanes, frente a una de las reservas más importantes de cetáceos del país, el Parque Francisco Coloane, y básicamente un Chuquicamata, una mina gigantesca a rajo abierto, que no cumple con los estándares ambientales, que ha sido sancionada en diversas ocasiones".
Y añadió: "A pesar de haber sido rechazada en el Gobierno de Michelle Bachelet, el Presidente Sebastián Piñera dio los permisos, su Gobierno, para que el proyecto volviese a revisar algo que estaba rechazado -explotación de carbón- para exportarlo y uno de los principales compradores es el conjunto de empresas, particularmente, las termoeléctricas de Quintero y Puchuncaví y otras zonas de sacrificio".
"El Gobierno acaba de hacer durante este año un conjunto de gestiones para apoyar una tecnología obsoleta, como es la generación de carbón, y con esto garantizar que el costo del carbón que se quema en las narices de los niños de Quintero y Puchuncaví siga siendo más barato", sentenció.