Los alcaldes de Chillán y Concepción, Camilo Benavente y Álvaro Ortiz, se reunieron en la capital regional de Ñuble para abordar la problemática que significa el alto precio del peaje de Agua Amarilla, en la Autopista del Itata.
Actualmente, el valor se acerca a 5.000 pesos, transformándose en el segundo más caro del país, después del Troncal Quillota, lo que se traduce en una afectación directa a los usuarios que se desplazan periódicamente entre Ñuble y Biobío.
A juicio de los alcaldes, la oportunidad para una baja del precio se abre con el término de la concesión vigente hasta el año 2024.
El alcalde de Chillán, Camilo Benavente, indicó que "este peaje debe bajar por lo menos un 70%, ya que actualmente la mantención es mucho más austera que el costo de construcción, por lo que el llamado al Gobierno es para que intervenga y se relacione empáticamente con el bolsillo de nuestras comunidades".
Por su parte, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, señaló que "las personas que cruzan el peaje de ida y regreso deben desembolsar casi 10 mil pesos, además del costo del combustible y todos los otros gastos que conllevan movilizarse para realizar sus gestiones. Por lo tanto, un boleto de 4.710 pesos, que es el valor actual, es un abuso y un robo al bolsillo de miles de personas".
Asimismo, agregó que esta inquietud ya la manifestaron al ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, quien se comprometió a rebajar el precio del peaje a través de la generación de una relicitación del camino para asegurar su conservación a largo plazo, descartando que la ruta pase a manos del Estado.