Más de 2.500 personas participaron de la convocatoria a un cacerolazo ciudadano durante la tarde del sábado en el centro de Chillán. Lo que partió como una manifestación pacífica, terminó con enfrentamientos, barricadas, desmanes y destrozos muy pocas veces vistos en la capital de Ñuble.
De acuerdo al primer informe de la autoridad, las primeras horas de incidentes dejaron 51 detenidos, entre los cuales se encontraban siete menores de edad y cuatro mujeres. De ese grupo, 31 pasarán a control de detención.
El intendente Martin Arrau señaló que "lamentamos los desórdenes que se han generado, barricadas, lanzamientos de piedras, daños a inmuebles públicos, semáforos y más de 20 fogatas en distintos puntos del centro. Detrás de los uniformes hay hombres, mujeres, padres, hermanos, habitantes de Ñuble".
Sin embargo, voces de manifestantes señalaron que hubo un actuar excesivo de carabineros cuando la marcha llegó al Gobierno Regional. "Esto nunca se había visto antes, lanzaron la primera lacrimógena, la gente no entendía nada y comenzó a arrancar. Es lamentable, porque siempre las marchas en Chillán habían sido pacíficas y masivas, pero hoy Carabineros nos violentó".
El intendente señaló al respecto que "frente a un escenario de descontrol, Carabineros tiene que usar los elementos que tiene para disuadir, y si hay gente lanzando piedras, encuentro que hay una irresponsabilidad de las mismas personas salir a protestar con niños y adultos mayores".
Durante la noche se constataron nuevos incidentes y encendidos de fogatas en la zona del mercado, avenidas y algunos barrios de la ciudad, además se registraron incendios en la puerta de una iglesia evangélica y en una caseta de la media luna de Chillán.
Para este domingo hay anunciada una nueva marcha ciudadana en el centro de Chillán, desde las 17:30 horas. La autoridad regional hizo un llamado a "que prime la cordura y evitar hechos de violencia para darle tranquilidad a la población".
