Una jornada de fiscalizaciones a empresas de compra y venta de metales tuvo lugar en Chillán, en el marco del trabajo preventivo contra el robo de cables conductores de energía en la Región de Ñuble.
Esto luego de que se activara una mesa de trabajo público-privada, coordinada por la Seremi de Energía y Seguridad Pública, con el objetivo de generar estrategias de coordinación para la prevención e investigación de este tipo de delito que este año ha significado el robo de más de 50 mil metros de cables en el territorio.
El seremi de Energía, Cristian Trucco, explicó que estas fiscalizaciones tienen por sentido "recordar a los dueños de empresas compradoras de cables que deben exigir la documentación de procedencia y origen, y por otra parte, sirve para descubrir las nuevas técnicas de quienes reducen estos elementos, ya que ahora el cable conductor es desarmado y lo vuelven a amarrar para que parezca otro tipo de cable".
Modo de operar de bandas
El encargado regional de Seguridad Pública, Alan Ibáñez, señaló que "parte de la investigación de las policías es descubrir cuáles son los nuevos modos de operar de las bandas que se dedican al robo de cable, a objeto de impedir que esto se incremente en Ñuble, dado que somos la región con mayor ruralidad del país, y este delito ocurre precisamente en las zonas rurales".
Al respecto, el comisario Ernesto Gaete, de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI Chillán, señaló que "estas bandas hacen un estudio previo de los sectores rurales, privilegiando aquellos en donde hay pocos habitantes y poca fiscalización de parte de las empresas de energía, dejando poco espacio a descubrir elementos de interés criminalístico que sirvan de prueba en su contra."
Rol de empresas transmisoras
Nelson Jorquera, jefe de prevención de pérdidas de la Empresa Copelec, indicó que "es importante una buena coordinación entre las empresas de transmisión y las policías, favoreciendo la entrega de elementos e información en los sitios del suceso, para establecer qué tipo de delincuencia está operando y de esa forma se puede generar luego la persecución penal".
Por su parte, Denny Vargas, jefe de servicio al cliente de Frontel Biobío Ñuble, señaló que más allá de las pérdidas materiales para las empresas, el gran problema está en el impacto que tienen para la población: "colegios que pierden la cadena de frío en sus alimentos, personas electro dependientes que ponen en riesgo su vida y quienes dependen de energía eléctrica para el suministro de agua".