La empresa Agrícola y Frutícola Veneto presentó el martes una propuesta de avenimiento para cumplir con el cierre definitivo del plantel porcino Santa Josefina, ubicado en la localidad de Bustamante, en la comuna de Coihueco (Provincia de Punilla, Región de Ñuble).
Tras el dictamen del Tribunal Constitucional (TC) que declaró inadmisible un recurso de inaplicabilidad de la clausura por inconstitucionalidad, los ejecutivos de la empresa cedieron a un camino de salida consensuada con la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
"Luego de más de un año de estrategias judiciales, la empresa se acercó a presentar una propuesta a través de un documento que ha sido recepcionado para su análisis inmediato", dijo a Cooperativa Regiones el coordinador regional Ñuble de la SMA, Cristián Lineros.
Razones contra un cierre forzoso
Lo que hace inviable, por ahora, el cierre forzoso del plantel porcino tiene relación la Ley de Bienestar Animal del SAG, que exige condiciones de resguardo para los 6.400 ejemplares que actualmente están confinados en el recinto, a fin de evitar mortalidades masivas.
"Esta ley exige que las hembras preñadas no se pueden movilizar, y las crías con menos de 21 días de vida tampoco se pueden destetar. Dichos resguardos se anteponen a una intervención forzosa y también deben ser objeto de evaluación en el análisis del documento presentado por la empresa", añadió el coordinador regional de la SMA.
Otra arista tiene relación con los costos de intervención de un plantel de estas características, que asciende a unos 60 millones de pesos semanales para el mantenimiento de instalaciones.
Medidas de despoblamiento
Considerando todo lo anterior, desde la SMA explican que se mantendrá una salida sujeta al plan de despoblamiento vigente.
"La estrategia que hemos utilizado es partir por la detención de la inseminación, lo que a la fecha ha significado la disminución de un 70 por ciento de las hembras preñadas. Es decir, de 400 ejemplares, se mantienen 150 en esta condición y los últimos nacimientos van a ser en octubre", señaló Lineros.
Otra medida es la desocupación de pabellones: a la fecha van tres cerrados, que corresponden a las áreas de maternidad e inseminación.
Conformidad de la comunidad
Rosa Saldía, vecina del sector Bustamante, dijo que "hay alegría en la comunidad" con los avances de este proceso.
"Hemos esperado 14 años, debiendo soportar malos olores y la contaminación de aguas de riego... Se comienza a cerrar un proceso que para nosotros fue duro", dijo Saldía.
Ricardo Frez, abogado de la ONG Defensa Ambiental y representante de los vecinos, señaló que "hay conciencia que para la SMA fue difícil lograr que la empresa cumpliera el plan de cierre, pero por fórmulas externas se está logrando avanzar en dicho sentido. Por nuestra parte, seguiremos atentos para que ello se cumpla".