Un trabajo de análisis criminal dejó al descubierto una red de tráfico de drogas al interior de la Cárcel de Chillán, a partir de una investigación conjunta del Ministerio Público, el OS.7 de Carabineros y la Oficina de Seguridad Interna de Gendarmería.
La indagatoria derivó en un operativo en el que fueron detenidos y formalizados dos gendarmes y dos civiles, acusados de asociación ilícita y tráfico de drogas, donde también participaban dos internos.
El hecho quedó develado tras la detención -en flagrancia- del gendarme primero Claudio Sepúlveda y los civiles Julio Cisterna y Felipe Soto, cuando presuntamente transaban droga fuera del penal.
En tanto, el sargento segundo Sergio Parra realizaba un turno de guardia en el que facilitaba el ingreso posterior de la droga.
"Durante la detención se incautaron 91,1 gramos de marihuana y 21,8 gramos de cocaína, los que se suman a otro hallazgo realizado a uno de los internos el pasado 25 de abril, cuando se encontraron en su poder 25,4 gramos de marihuana, 136,9 gramos de cocaína y 98 gramos de pasta base", dijo el fiscal Álvaro Hermosilla.
El general Mario Sepúlveda, jefe de la XVI Zona de Carabineros, explicó que "se tomó conocimiento de que uno de los gendarmes recibiría una indeterminada cantidad de drogas, lo que se realizaría en las inmediaciones de la cárcel. De esta forma, (los imputados) fueron detenidos mientras realizaban la transacción de cocaína y marihuana".
En tanto, el coronel Gonzalo Hermosilla, director de Gendarmería en Ñuble, señaló que "ambos funcionarios (involucrados) fueron desvinculados de las filas de la institución".
"Nunca avalaremos que nuestro personal cometa delito alguno o falten a la probidad" señaló Hermosilla.
Los imputados fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Chillán, donde se estableció prisión preventiva y un plazo para la investigación de cuatro meses.