La Policía de Investigaciones continúa con su campaña para prevenir el extravío de menores de edad durante la temporada estival.
El verano pasado (en los meses de enero y febrero) se registraron 716 denuncias a nivel nacional, 29 de ellas en la Región de Ñuble.
Es por ello que detectives se acercaron a veraneantes en el sector de la Laguna Avendaño, en Quillón, para entregar consejos y regalar brazaletes identificatorios a los hijos de las familias que se encontraban vacacionando en el lugar.
Las estadísticas indican que es en este periodo del año cuando más aumentan las denuncias por presunta desgracia a lo largo del país, principalmente debido a la mayor movilidad de menores y jóvenes, que no están en período escolar y salen con mayor frecuencia de sus hogares con fines recreativos.
El comisario Luis Garrido, jefe de la Brigada de Homicidios de Chillán, señaló que "se debe tener especial atención con los menores en un lugar de alta afluencia de público, sobre todo en playas o lugares de veraneo".
El oficial subrayó que a los peques "nunca hay que perderlos de vista, hay que tener claras las prendas que están vistiendo, enseñarles los nombres completos de sus padres y números de teléfonos".
Sin perjuicio de estas precauciones, "en caso de que un menor se haya extraviado, se debe concurrir de inmediato a la unidad policial más cercana para interponer la debida denuncia por presunta desgracia, y no esperar 24 a 48 horas de sucedido el hecho".