Un 80 por ciento de avance llevan los trabajos de construcción de mallas de seguridad en la Cárcel de Chillán, cuyo objetivo es poner término a los "pelotazos aéreos" o lanzamiento de drogas desde el exterior del recinto penal.
Las obras están a cargo de la Empresa Constructora Río Grande Limitada y se encuentran en ejecución desde el 3 de enero, contemplando 2.800 metros cuadrados de malla galvanizada, con un costo de 300 millones de pesos, financiados por el Consejo Regional de Ñuble.
"Gracias a una debida coordinación entre la empresa contratista y Gendarmería, los trabajos se están realizando en plena normalidad, sin que la seguridad del recinto se vea afectada", señaló el coronel Gonzalo Hermosilla, director regional de Gendarmería.
En el marco de una visita inspectiva, el intendente Martín Arrau señaló que "el proyecto busca brindar mayor seguridad a los funcionarios de Gendarmería, a la población penal y a la ciudadanía de la capital regional, dejando atrás los famosos pelotazos".
Proyecto piloto a nivel nacional
El avance ha sido evaluado positivamente por la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Jacqueline Guiñez, quien indicó que "esta estructura permitirá además, a la población penal, mejorar su calidad de vida, porque muchos de lo internos no quieren verse involucrados en hechos vinculados al microtráfico o consumo de drogas".
La seremi recordó que es un proyecto piloto a nivel nacional, ya que "en muchas otras unidades del país están pidiendo hacer lo mismo, dado que sufren análogos problemas de lanzamientos desde el exterior".