Cerca de 120 personas participaron la noche del lunes, en Chillán, en una velatón en memoria de Yaricza Cáceres Montecinos, víctima del segundo femicidio que se registra este año en la Región de Ñuble, y el 21 a nivel nacional.
La actividad fue organizada por la Coordinadora Feminista de Chillán en el Paseo Las Palmas, uno de los sectores más activos del comercio local.
Yaricza era trabajadora social y era funcionaria del programa "Quiero Mi Barrio" de la Municipalidad de Coihueco, por lo que también asistieron colegas, amigos y vecinos de la víctima.
Para la integrante de la Coordinadora Feminista, Belén Rivas, "la velatón fue un signo para remecer a las personas y alertarlas sobre la violencia hacia las mujeres como un problema que es real, que está pasando, que ahora fue Yaricza, pero mañana podría ser cualquiera de nosotras, nuestras hermanas, vecinas o compañeras de trabajo".
Quienes se reunieron en la jornada reflexiva coincidieron en señalar que existe una peligrosa normalización de la violencia dentro de las relaciones de pareja, donde las víctimas no lo comprenden y se acostumbran a ello; y por otra parte, se suele ver la violencia intrafamiliar como algo privado y no como un problema público que debe ser denunciado.
Denunciar es la salida
Para la seremi de la Mujer y Equidad de Género de Ñuble, Bárbara Hennig, el caso de Yaricza nos enfrenta como sociedad a la realidad de muchos casos que no se pueden prever por falta de denuncias sobre violencia intrafamiliar, motivo por el cual es imperioso que las mujeres se atrevan a denunciar.
"No podemos entrar en la intimidad de los hogares y tomar acciones si no hay denuncias, por lo que llamamos de manera enfática a las mujeres, vecinos, amigos, parientes a que lo hagan si están frente a una situación de alerta", enfatizó.
La autoridad regional recordó que existe el número de teléfono 1455 de orientación para enfrentar la violencia hacia las mujeres, el cual funciona las 24 horas del día y no tiene costo para quienes efectúen el llamado.
Al femicidio de Yaricza, le antecede este año en Ñuble el caso de Bernarda Pedraza Gutiérrez, de 36 años, quien fue ultimada por su pareja el 12 de abril en la comuna de Trehuaco.
