Un año de afectación por una fuga en el sistema de agua potable rural Chacayal vivieron 207 familias de Cato, en la comuna de Coihueco, hasta la reparación definitiva realizada por el Ministerio de Obras Públicas.
Se trató de un daño que generó pérdidas cuantiosas del recurso hídrico de consumo, reduciendo la presión del servicio a muchos de los usuarios y privando a algunos de ellos de su suministro.
Los trabajos requirieron una inversión que superó los 59 millones de pesos, coordinados por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), y que consistieron en la construcción de un cruce bajo calzada en la ruta entre Chillán y Coihueco (N-445), la construcción de dos cámaras de sectorización, un cruce aéreo galvanizado sobre el canal y las respectivas interconexiones hidráulicas.
El seremi de Obras Públicas Javier Parra señaló que "se trataba de un compromiso adquirido con las 1.400 personas que dependen de este sistema" y recordó que "extender el agua potable hacia más familias de nuestro mundo rural es un compromiso contemplado en el Plan Ñuble".
Alfredo Ávila director regional de la DOH, detalló las faenas: "Se realizó una obra de conservación, que consistió en un atravieso bajo la carretera que va desde Chillán a Coihueco, de manera tal de reemplazar el que estaba con problemas. Tenía una fuga de agua en el original, así que se realizó nuevamente este atravieso y se dejó conectado al sistema".
Finalmente, la vecina Iris Jiménez, presidenta del Comité APR Chacayal, aseguró que "estábamos perdiendo el 70 por ciento de agua, pero logramos el arreglo de esa fuga gracias a las gestiones que se hicieron y a que 'cateteamos' harto".