Con buenos ojos fue recibido en Ñuble el anuncio de un nuevo servicio de trenes entre Santiago y Chillán, que permitirá a los usuarios un ahorro de dos horas y 40 minutos de ida y regreso entre ambas puntos del país. Sin embargo, hay quienes se guardarán los aplausos para cuando se concrete la puesta en marcha.
El compromiso del Presidente Sebastián Piñera es que el servicio entre en funcionamiento durante el primer semestre del año 2022, a través de seis trenes: 12 servicios diarios, con mayor confort y una serie de elementos que permitirían alcanzar hasta a dos millones de usuarios.
El intendente Martín Arrau (independiente cercano a la UDI) señaló que "es una importante inversión para impulsar la conectividad de nuestra región con Santiago, y recuperar el uso del tren como transporte en la zona central del país; es decir, un tremendo aporte promotor al desarrollo de Ñuble".
En la misma línea, el diputado Frank Sauerbaum (RN) señaló que "permitirá relevar la oferta turística y patrimonial del territorio, ya que la gente tendrá una nueva alternativa para viajar en forma rápida y cómoda, y así conocer Ñuble".
Premura, estándar y plan multimodal
Si bien el respaldo al proyecto ha sido transversal, hay quienes señalan que esperan "ver para creer" la entrada en funcionamiento dentro de los plazos establecidos y con el estándar comprometido.
Es la posición del senador Felipe Harboe (PPD), quien apuntó a "la necesidad de tener este anuncio prontamente concretado, porque lo más importante es tener líneas seguras, que no signifiquen accidentes en la ruta, personas fallecidas ni inestabilidad del tren".
Cristián Quiroz, ex consejero regional (independiente), dijo esperar "que esto no se quede solo en anuncios, ya que es una oportunidad para avanzar en el modelo que deberá emerger de la Estrategia Regional de Desarrollo".
"El siguiente paso debe ser un plan multimodal que una a las otras 20 comunas con la capital regional", indicó.
La diputada Loreto Carvajal (PPD), integrante de la "bancada ferroviaria" en la Cámara Baja, señaló que "sería importante que el proyecto pudiese contemplar una extensión a Los Ángeles y, de esta forma, favorecer a una zona cordillerana deprimida entre San Ignacio y Yungay, que actualmente tiene sólo una -y deficiente- vía de conectividad".
No más suspensiones de servicios
Otro aspecto valorado del proyecto es que asegura la continuidad y tiempos de servicios, dando una solución definitiva a las suspensiones y atrasos por casos de robo de cable de cobre a lo largo de la línea férrea; un tema que había sido puesto en duda antes del anuncio.
Al respecto, el presidente de directorio de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), Pedro Pablo Errázuriz, indicó que "las futuras máquinas tendrán la posibilidad de utilizar la energía eléctrica, pero además estarán equipadas con motores diésel en caso de emergencia".
El ejecutivo informó que dentro de los próximos 15 días se iniciará el proceso de licitación pública internacional para la compra de los trenes en el marco de este proyecto, que contempla una inversión de 115 millones de dólares.
