La Seremi de Salud de la Región de Ñuble inició un proceso de fiscalizaciones a recintos con piscinas, que se extenderán durante todo el período estival, a objeto de vigilar el cumplimiento del Reglamento de Piscinas de Uso Público.
"Esta normativa determina las condiciones mínimas de higiene y seguridad que deben cumplir las piscinas de uso general, a las que se ingresa cancelando una entrada y que están sujetas a vigilancia permanente, antes y durante su funcionamiento, así como las de uso público restringido", explicó la seremi Marta Bravo.
En la Región de Ñuble están autorizadas 26 piscinas de uso público general y 38 de uso restringido, que corresponden a hoteles y condominios, entre otras instituciones.
La presentación general del establecimiento y las instalaciones sanitarias para el público, como servicios higiénicos y camarines, son parte de los aspectos fiscalizados por la autoridad.
"Debe existir idoneidad del personal de salvataje y primeros auxilios, sistemas de purificación y desinfección del agua de las piletas y de consumo humano, además de sistemas de disposición de residuos y de disposición de aguas servidas", detalló Mario Jara, fiscalizador de la Unidad de Saneamiento Básico.
Los recintos tienen que contar con permiso sanitario y cumplir además con características físicas como marcas de profundidad, transparencia del agua, existencia de superficies antideslizantes y calidad del agua, representada por el porcentaje de cloro existente en ella.