Mujer recibió ocho años de presidio efectivo y su hijo a cinco años y un día.
Los ilícitos se remontan al 20 de septiembre de 2017.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán dictó condena para una madre y su hijo que en septiembre de 2017 fueron formalizados por los delitos consumados de tráfico de estupefacientes y tenencia de un arma prohibida.
Las juezas del tribunal, condenaron a Fresia Concha, a ocho años de cárcel, mientras que a su hijo Paulo Araya, a presidio de cinco años y un día. Ambos deberán purgar además tres años y un día de presidio, por la tenencia del arma.
El tribunal condenó también a Jonathan Palacios, a tres años y un día de libertad vigilada intensiva, en calidad de autor del delito de tráfico de estupefacientes.
Los ilícitos se remontan al 20 de septiembre de 2017, cuando ambos hombres fueron detenidos en un control policial en el peaje de acceso sur de Chillán Viejo, con un paquete de 523 gramos de pasta base de cocaína en el chasis y el asiento trasero del auto, conducido por Palacios Rosales, además la suma de 7 mil pesos en dinero efectivo y un teléfono celular, especies que fueron decomisadas.
Posteriormente, con autorización judicial, en la madrugada del 21 de septiembre, personal policial ingresó al domicilio de Araya Concha, ubicado en la población Brisas del Oriente de Chillán, donde encontraron a su madre en posesión de 66 envoltorios contenedores de pasta base de cocaína, con un peso total de 4,3 gramos; un envoltorio con 9,5 gramos de la misma droga; 27 trozos de papel blanco cuadriculado utilizados para dosificar la droga; además 113 mil pesos, un teléfono celular y un revólver a fogueo transformado y apto para el disparo.
Tras la ejecución del fallo, el tribunal dispuso que se procediera a la toma de muestras biológicas de los sentenciados para determinar sus respectivas huellas genéticas e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
