El Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua condenó en juicio abreviado a Ana California, Marcelo Nicolichi, Yesenia Jáuregui y Rosa Motta a tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, por el delito reiterado de falsificación de instrumento público, entre los años 2008 y 2016.
La Fiscalía de O'Higgins pudo establecer que esta banda captaba ciudadanos extranjeros, a quienes le ofrecían tramitar una identidad chilena en el Registro Civil.
Allí acudían en compañía de quienes se beneficiaban con este trámite, indicando que habían presenciado hace más de 20 años el nacimiento de estas personas en campamentos gitanos, y que nunca habían inscrito a la persona.
A su vez, el Ministerio Público determinó que con las identidades chilenas obtenidas de manera ilegal, los sujetos ingresaban a países de la Comunidad Europea y Norteamérica para delinquir.
"El fallo sienta un gran precedente al ordenar la cancelación de más de 90 identidades chilenas obtenidas de manera fraudulenta. Es importante también por los compromisos del Estado de Chile con organismos y estados extranjeros, entre los cuales está el deber de velar por mecanismos estrictos para la obtención de identidad", indicó el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya.
Los sujetos también fueron condenados a 541 días por su responsabilidad en calidad de autores del delito consumado de asociación ilícita y al pago de 286 mil pesos por el delito reiterado de perjurio.
Mientras que el Registro Cívil deberá revocar y eliminar los documentos emitidos por los condenados.