El implicado operaba al interior del penal La Gonzalina de Rancagua.
Anteriormente en la misma causa, ya habían sido condenados dos gendarmes y familiares del condenado.
El condenado deberá cumplir la pena de manera efectiva
El Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua decretó la pena de diez años de cárcel a Carlos Riquelme, de 36 años, por el delito consumado de tráfico de drogas.
La indagatoria que comenzó en 2015, dio cuenta de que el condenado coordinaba la venta de droga al interior del penal La Gonzalina de Rancagua -mientras se mantenía en el lugar por otra causa- instancia en la que contaba con la colaboración de funcionarios de Gendarmería, además de familiares del principal imputado y un comerciante de las inmediaciones de la cárcel, todos condenados en la causa.
Según consigna la Fiscalía, la participación del resto de los condenados se remitia a "(los) funcionarios de Gendarmería, quienes facilitaban el ingreso de la droga al recinto penitenciario, un comerciante que administraba un kiosco en el acceso de la cárcel y familiares de Riquelme, quienes también colaboraban con la compra de la droga y efectuaban los depósitos bancarios para abastecerse de la misma".
"(El condenado) fue sindicado como el cabecilla de esta organización, quien además de recibir la droga para su comercialización al interior del penal, recibía teléfonos celulares con los que le permitía mantener comunicación con el resto de la banda", añadió el Ministerio Público.
Durante la audiencia, se decretó la pena efectiva de 10 años y al pago de 40 UTM ($1.900.000).
